Percy Jackson y el ladrón del rayo

Ehm... ¿Hola?
Cuanto polvo hay por aquí, ¿Pero dónde diantres se ha metido Concha, la asistenta? Esto es una vergüenza, ya ni las personas virtuales me hacen caso, voy a contactar con Cleverbot para poner una querella.
En fin, dejemos de echarle la culpa a la pobre Concha que todos sabemos que si esto está tan abandonado es sólo culpa mía. Por cierto, ¿Habéis visto que foto tan cutre le he hecho a mi ejemplar de Percy Jackson? Soy todo un artista.

Venga, vamos al lío que yo he venido aquí para reseñar esta joyita de la literatura juvenil. Que levante la mano quien todavía no sabe quién es Percy Jackson que se la corto.
Tranquilo, tranquilo... es broma. Si no lo conoces ya te lo presento yo, Percy Jackson es un jovencito normal y corriente que un día descubre que es hijo de un Dios, ¿Como te has quedado? Bueno, vayamos por partes.

No se si recuerdas esos dioses vengativos y ególatras de la antigua Grecia, ¿Como eran? Ares, Hades, Poseidón, Afrodita... venga, sí, que se que te suenan. Pues estos son el pilar en el que se sustenta la historia de Perseus Jackson, Percy para los amigos.

El caso es que estos dioses son un poco... ninfómanos, y, no contentos con tener hijos entre dioses, van en busca de mortales para procrear... y luego pasa lo que pasa, que tenemos semidioses en todos los rincones del mundo. Un claro ejemplo es Percy, que cuando descubre que su padre es Poseidón se ve en la obligación de asistir al campamento de mestizos.

No creáis que ser un semidiós es todo jauja, que va, ser hijo de Poseidón conlleva que el resto de dioses te odien y te toquen las narices constantemente, así que cuando al pobre Zeus le desaparece su rayo, ¿A quién le echan la culpa? ¡A Percy! Y el pobre Percy, hasta las narices ya, se verá en la tediosa tarea de recuperar el rayo y llevárselo a su tío para que no empiecen una batalla de hermanos y el mundo acabe arrasado.

En esta aventura le acompañará Annabeth, hija de Atenea, y el sátiro Grover, que para quién no sepa que diantres es un sátiro yo os lo aclaro: de cintura para arriba es un hombre y para abajo una cabra, ¿No es adorable? Yo quiero un sátiro como mascota. 

Ale, Percy, ahí te las apañes para recuperar el rayo.

Y dejándome ya de tonterías, os diré que esta saga empieza genial. Por lo menos este primer tomo me ha encantado y me han asegurado que continúa incluso mejor, así que en breves continuaré con la saga.

Uno de los puntos fuertes del libro es el humor, o por lo menos eso es lo que más me ha gustado, puedes estar en completa tensión que dos frases después te encuentras descojonandote con cualquier ocurrencia del sátiro. Además, que todo el rollo este de la mitología griega mola y mucho, no me digas que no. Cuando terminé el libro lo primero que hice fue buscar a todos los dioses del Olimpo y a tragarme toda su historia, y te aseguro que tú también lo harás, porque te molará, y mucho, la historia que ha creado Rick Riordan.

Por cierto, está publicado por Salamandra, y no, no es una copia de Harry Potter. (De hecho se escribió antes que la historia del niño que sobrevivió).


Se despide, vuestro ahora políticamente incorrecto, Javier Del Álamo.