El amor será siempre un deporte de riesgo

Después de unos días sin pasarme por aquí vengo para contaros que sigo vivo y que estoy bien aunque en ocasiones la vida pueda conmigo. Además, quería compartir con vosotros algo que ha escrito una muy buena amiga mía. Es algo muy personal, por lo que no daré nombres, pero me he sentido tan identificado que no he podido resistirme.

A veces (igual que le pasaba a Sam en Las ventajas de ser un marginado) me pregunto por qué yo y todas las personas que quiero elegimos personas que nos tratan como si no valiéramos nada. Quizá sea una pregunta sin respuesta, o quizá la respuesta correcta sea que aceptamos el amor que creemos merecer. Aún así prefiero quedarme con una respuesta un poco más positiva. Quizá sea la vida la que ponga esas personas en nuestro camino para que, llegado el momento, podamos darnos cuenta de que ha llegado la persona adecuada, aquella que nos demuestre que nos quiere con actos y no con palabras vacías que acaban en el fondo de una alcantarilla.

En mi opinión, el amor será siempre un deporte de riesgo, igual que un salto en paracaídas: es posible que el paracaídas se abra y disfrutemos de una experiencia casi mágica que continúe una vez en tierra o, quizá, el paracaídas se haya roto (o nos lo hayamos olvidado en el avión) y nos partamos en pedazos contra el suelo. Pero si no saltamos, si no nos atrevemos a lanzarnos de cabeza al vacío, jamás lo descubriremos y probablemente pasemos el resto de nuestra vida arrepintiéndonos de un tren al que nos dio miedo subirnos.

Y ya paro de enrollarme para dejaros con el texto que os había comentado.


Echó el freno de mano e hizo que me mirara en el retrovisor, esa vez no para que viera lo guapa que estaba, fue para que mirara atrás, porque a partir de ese momento ya no podríamos mirar hacia delante. Y arrancó sin despedidas y con mis ganas. No entendí jamás porque no se me ocurrió cerrar la puerta, y en vez de dejarla media abierta, destrocé las bisagras, restringiendo a todo aquél que no vistiera su sonrisa. De repente todas las estaciones fueron invierno. Trataba de buscar la manera de no sentirme aquella pedazo de inútil y no hice más que volver a caer en su sombra una y otra vez, aquella sombra que con su luz evocaba. Y mira que quise olvidarle, pero mi memoria siempre me jugaba malas pasadas y fue tan fácil como nadar en un volcán en erupción y poder contárselo. Y volvía, como vuelve el asesino en serie al lugar del crimen, para rematarme, como vuelven las olas a la orilla para morir. Yo, que solo quería organizarle el caos, ese que él mismo había causado, necesité huir, como huyen los valientes. Dos camisetas, dos pantalones, y una chaqueta para abrigar los recuerdos que albergaban en mi maleta. La cinta mecánica de aquel aeropuerto me hacía retroceder, mientras llamaban al último pasajero del vuelo 4124, no podía avanzar, y de repente, no quise ir a ningún lugar, de repente descubrí que su sonrisa era mi casa, aquella que aún llevo a cuestas, aquella donde querría vivir toda la vida aunque me esperara el mismísimo infierno en ella.


Nos vemos pronto,
Javier Del Álamo

1 comentario:

  1. ¡Hombre, que fuerte! Yo ando saliendo de una cosa parecida, pero ni hablar de eso. Estoy de acuerdo contigo en cuanto a arriegarse por amor; pero no estoy de acuerdo con la idea de aferrarse a alguien que no te ama, o, al menos, no demuestra apropiadamente su amor. Te soy sincero, el texto está bien cargado, no sé si lo comprendí; pero me da la sensación de que ella se ha aferrado a alguien que no le da seguridad, y eso a mi me frustra. Ya suficiente esfuerzo toma demostrarle tu afecto a alguien como para andar con la incertidumbre de si lo acepta o no. Yo me guio con el pensamiento "si me quieres, hazmelo saber" Si me tienes allí en intermitente entre "sí... espérate... dejame pensar" pues te la pierdes. Es muy lindo tirarse del avión, y creo en eso; estoy de acuerdo contigo. Pero hay que reconocer cuando el paracaídas no te abrió y te diste hasta la madre contra el suelo. Hay que pasar la página. Saludos :)

    ResponderEliminar