Acantilados

Ella soñaba con escapar. Soñaba con otras ciudades, otras personas, incluso con bañarse en otros mares y océanos. Pero los sueños, sueños son y siempre se deslizan por las rocas hasta caer por el acantilado.
No esperes nunca nada de nadie. Me repite siempre la misma persona. Quizá tenga razón. Quizá deba escucharla. Quizá, si no le pides mucho a la vida, llegues a disfrutar de lo poco que nos da.

Probablemente me guste arriesgar. Enamorarme de la persona equivocada o en el momento erróneo. Da igual, porque una vez que te arriesgas no hay marcha atrás. Es como deslizarte por las rocas, como un sueño, y caer por el acantilado. Puede que ganes, puede que pierdas. Puede que caigas al agua o que te partan las rocas, en mil pedazos.

No me arrepiento, mentiría si dijese lo contrario. Las rocas me hicieron polvo, sí, pero la caída fue soberbia. Duró poco, como todas las cosas buenas en la vida, pero esos segundos en los que mi cuerpo se fundió en el aire me transformaron. Ya no soy la misma persona, no sabría decirte si ahora soy mejor o peor, solo sé que algo dentro de mí ha cambiado. 


Javier Del Álamo

2 comentarios:

  1. T-T qué bonito y profundo!!
    Si algo dentro de ti ha cambiado, déjate llevar por ese nuevo sentimiento.

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  2. Increíble no hay otra palabra que haga honor a tu texto <3

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